Nuestros Datos e Información

Así es, nos ubicamos en el año 2030, esta vez la cuidad de Los Ángeles pasó de moda ya, no queda mucho por los desastres que hubo por el diluvio mundial. Además... ¿quién dijo que el mundo terminaba en el 2012? Hubo suicidios, catástrofes, saqueos y muchas cosas más pero, aun así, el mundo siguió existiendo, la tierra no dejó de girar y las personas continuaron con su vida normal.

La vida pasa, la gente trabaja, se conoce y algunos se enamoran. Los artistas no son la excepción. En plena adolescencia muchos se enamoraron, algunos terminaron, algunos tenían idas y vueltas, pero tan solo unos pocos llegaron al altar.
La prueba viviente son sus hijos, nacidos en la grandeza y destinados a ella. Estos chicos al igual que sus padres a su misma edad tienen sueños, determinaciones y ambiciones, pero también problemas y dramas.

Estos chicos al igual que sus padres a su misma edad tienen sueños, determinaciones y ambiciones, pero también problemas y dramas. Familias disfuncionales, adicciones, amistades rotas, amores no correspondidos, peleas.

Tal parece que esta nueva generación está decidida a dejar huella en la cuidad.

Ha dejar huella en el mundo y en toda persona que toque y cause admiración influyente. Más bien, de a poco todo retrocede de lo mejor a lo invisible de la lógica. Por lo pronto, las ambiciones no son lo único que recorren los cuerpos de estos jóvenes, más bien nuevos estilos y ansias de éxito les rodea. ¡Ya no todo es cantar! ¡Ya no todo es bailar o ser una gran banda!. Los gustos cambian, y tanta desgracia en épocas anteriores declaran que los límites no son posibles. Digamos que la adicción a consumir más que el sabor de la fama hizo que todo se volviera común y corriente para el mundo. Ya nadie se atreve a criticar a un famoso por aparecer a los quince años en un bar con licor en mano. O ver a Homosexuales de la fama a la vez viajando de un lado al otro del mundo para contraer matrimonio, ya muchos apoyan esta causa, como muchas otras, y es que quien no las acepte se cierran a la realidad imposible de hacer retroceder. Dios no existe en éste lugar. Dios no existe en la mente de los hijos de papás. Dios no tiene poder sobre las consecuencias del planeta, y lo único alienigena que podemos llegar a ver, es a nuestras estrellas destrozando su vida y la de los demás con su enseñanza. La perdición tras las cámaras está comenzando. ¿Prefieres dejar de comprar televisores para llevar a tus criaturas a un mundo mejor?. O unirte a la desgracia de la nueva era.
Solo sé tu. El que afronta su realidad en otro año que al parecer, no lloverá.